Poderosa Maria Lionza,
Madre y Reina de amor y belleza
que desde tu santuario en la Montaña de Sorte,
cuidas de tus devotos y das solución
a nuestras necesidades y problemas,
curando los corazones afligidos,
resolviendo los problemas amorosos
más graves y dificultosos:
Ante ti, me postro hoy, con humildad,
para rogarte por el regreso de mi amado,
que ha dejado de amarme y se ha ido de mis brazos.
Madre mía, tu sabes cuan grande es mi amor por él.
y que la desesperación por su ausencia
me abate y destroza.